Hace ya tiempo que se ha demostrado que las personas con test de tolerancia a la glucosa alterado al realizar ejercicio, ya sea de corta o larga duración han logrado mejorar la sensibilidad insulínica (sensibilidad a la insulina).
Diferencias entre la sensibilidad insulínica y la resistencia a la insulina
La sensibilidad insulínica es la respuesta normal de los tejidos a su acción. En cambio la resistencia a la insulina es la respuesta biológica disminuida en los tejidos blancos, principalmente músculo, hígado y grasa, a los efectos biológicos de esta hormona. Esta última condición es sinónimo de intolerancia a la glucosa.
Los tres conceptos se relacionan entre sí, en un complejo mapa metabólico llamado Síndrome Metabólico.
Rol del ejercicio
El ejercicio de corta duración y alta intensidad o el de larga duración y baja intensidad mostraron que los efectos en la mejora de la sensibilidad insulínica se atribuyen a la estimulación que estas modalidades de ejercicios tiene sobre los transportadores de glucosa, llamados GLUT4, activados principalmente por las leves disminuciones de los depósitos de glucógeno muscular y por los aumentos de la irrigación o capilaridad en las fibras musculares.
Estos beneficios en la regulación de la glucosa se pueden observar a las pocas semanas de comenzar un plan de ejercicios.
Beneficios de la actividad física
Los efectos que mencioné arriba se obtienen en diferentes razas, en diferentes edades y son debido a:
- La expresión aumentada de los GLUT4
- Aumentos de la producción de oxido nítrico de los capilares ligados al tejido muscular
- Una disminución de hormonas relacionadas con la estimulación de la producción hepática de glucosa y con la disminución de lípidos circulantes
En los ejercicios de sobrecarga (mayor intensidad), se pueden ver efectos más rápidos que los de resistencia. Este tipo de entrenamiento induce un aumento de la masa muscular y en este proceso está involucrado en aumento de los depósitos de glucógeno muscular. (Devlin, Fenicchia, Praet, Dela y col.).
Conclusión
Sin importar el tipo de entrenamiento que quieras realizar, es necesario que te pongas en acción lo antes posible si estás comenzando a tener problemas en la sensibilidad insulínica. Si continúas sin entrenar los resultados a largo plazo pueden derivar en una diabetes tipo 2.
Ese ejercicio deberás dosificarlo en base a tu estado físico y guiado por gente especializada en esta problemática.
Espero que el articulo te haya servido. Si estás con dudas de como entrenar o tienes alguna consulta sobre entrenamiento para prevenir y/o tratar las enfermedades metabólicas, comunícate con nosotros para que podamos ayudarte.