Hace un tiempo escribí un artículo donde te mostré que las personas con exceso de peso pero que hacen ejercicio y corrigen su alimentación aunque no bajen de peso mueren y enferman menos que las personas delgadas con malos hábitos alimenticios y mala condición física.
El artículo lo titulé “El sobrepeso ¿es más nocivo que el sedentarismo?” y en esta oportunidad te expongo dos estudios resumidos que avalan la anterior afirmación.
Algunos estudios
1.- Glen Gaesser, de la Universidad de Virginia en USA
Ya en el año 1999, había publicado aspectos relacionados con estas evidencias expresando que la preponderancia de las evidencias epidemiológicas NO respaldan las siguientes hipótesis:
- “Un bajo índice de masa corporal es óptimo para vivir más años”
- “La disminución de peso reduce los índices de enfermedad y de mortalidad”
Continuando con su análisis el Dr. Glessner resalta:
- Disminuir las posibilidades de enfermar o morir es independiente de la cantidad de peso perdido.
- La reducción de las posibilidades de enfermar o morir son menores cuando aumenta la condición física del individuo que cuando se somete a pérdidas intencionadas de peso.
- Las patologías que comúnmente son asociadas a la obesidad pueden mejorarse con dieta y ejercicio adecuado independientemente de la pérdida de peso. Estas son: dislipidemias, diabetes, hipertensión, hiperinsulinemia, entre otras
2.- Dr. Bernard del centro Pritkin de Sta. Mónica en California
Otro estudio publicado en el American Journal of Cardiology en el año 1992 demuestra como un plan nutricional y otro de ejercicio llevado a cabo conjuntamente pueden ser significativamente más eficaces que la disminución de peso y que la ingesta de grasas puede ser más dañina que la grasa que se encuentra en el cuerpo. En dicho estudio se recopilaron datos en más de 4.500 hombres y mujeres, en que la mayoría fue catalogado de obeso, que fueron reclutadas en el Centro durante 3 semanas.
El programa consistió en disminuir la ingesta de grasas, aumentar carbohidratos complejos y fibras. Todo esto acompañado con 45 minutos diarios de ejercicio a frecuencias cardíacas entre el 60 y 90% de la frecuencia cardíaca teórica máxima.
- En tres semanas redujeron el colesterol en un 23%, los triglicéridos en un 33%, la presión arterial en un 15% y más del 30% de los sujetos suspendieron la medicación anti-hipertensiva.
- Entre los hombre y mujeres con diabetes, el 39% de los que se inyectaban insulina dejaron la inyección y el 71% de los que tomaban hipoglucemiantes orales dejaron los medicamentos.
- El 75% de los diabéticos sin fármacos restablecieron los niveles normales de glucosa circulante.
- Ninguno de los logros del programa se correlacionaron con las bajadas de peso que en algunos se experimentó y que no fueron mayores al 5% y solo en tres semanas.
Este hallazgo sugiere fuertemente que la “normalización” del peso no es necesaria para la normalización de ciertas variables metabólicas.
Por otro lado las evidencias también indican que los efectos de los fármacos son también poco eficientes. Ya sea por la duración del efecto y porque sobretodo el 90% de los pacientes vuelven a su peso anterior y también con las alteraciones metabólicas que tenían.
Conclusión
Como puedes ver ser una persona delgada no te asegura estar más exento de enfermar o morir que una persona con exceso de peso.
La preocupación principal no debe ser sólo disminuir tu exceso de peso para verte bien estéticamente. Lo ideal es lograr transformarte en una persona con una buena condición física y con hábitos de alimentación adecuada.
Espero que el articulo te haya servido. Si tienes dudas de como entrenar o alguna consulta sobre los Mitos del Entrenamiento, comunícate con nosotros para que podamos ayudarte.